Algunos estudios han propuesto que el consumo a largo plazo de las semillas de chía puede llevar a la adicción. Otro estudio también ha relacionado las semillas de chía a un riesgo mayor de cáncer de próstata. Se han desencadenado una serie de mitos entorno al consumo de la semilla de chía y sus propiedades, ya sea a través de publicidades o informaciones poco documentadas, o por medio de experiencias individuales que van pasando de boca en boca. Actualmente, no hay conclusiones claras en ninguno de los estudios, así que como todo, hay que dejar que pasen unos años para comprobar sus riesgos/beneficios.
La semilla de chía se utilizó por primera vez como el elemento básico de la nutrición en el 3.500 a.C. en América Central. El nombre científico de la planta es Salvia Hispánica, y la semilla de chía es en sí misma del tamaño de una cabeza de alfiler.
Las semillas de chía son un tipo de salvia y un miembro de la familia de la menta. Tienen un alto contenido en ácidos grasos omega-3 y de vitamina B-17. Además son ricas en proteínas y boro, y ayudan en la absorción del calcio. Las semillas de chía también son valoradas por su capacidad de retener su contenido de líquido y electrolitos.
Hay que tener precaución en los siguientes casos:
1-Las personas que consuman anticoagulantes como warfarina deben tener cuidado al comer semillas de chía. Ellas bajan la presión arterial y actúan como anticoagulantes naturales. En combinación con anticoagulantes recetados, pueden aumentar el peligro de sangrado y peligros presentes de la salud.
2-Las semillas de chía están siendo probadas como posibles alérgenos. En algunas personas, el consumo de semillas de chía puede causar ojos llorosos, urticaria y erupciones cutáneas. Las reacciones más graves incluyen vómitos, diarrea, dificultad para respirar e hinchazón de la lengua. Si experimentas cualquiera de estas reacciones después de comer las semillas de chía, ponte en contacto con tu médico.
3-Otros efectos secundarios peligrosos de las semillas de chía están siendo estudiados. Los médicos no estamos seguros de cómo las semillas de chía afectan a las mujeres embarazadas o en período de lactancia, y por esta razón "no se recomienda" para ellas.
Ahora aclararemos un par de MITOS sobre l"as semillas de chía"
“La chía mexicana es la mejor” FALSO.
La semilla de chía se cultiva en diversos países sub-tropicales de América y Oceanía. Actualmente, sólo Australia y Bolivia tienen cultivos y producciones certificadas a gran escala y con altos contenidos de Omega 3.
“Con solo dos cucharadas se logran sus beneficios” VERDADERO.
En dos cucharadas de semilla de chía se obtienen cinco gramos de Omega 3 al día, que equivalen a medio kilo de pescado alto en ácidos grasos esenciales.
“Los diferentes tipos de semillas de chía poseen el mismo valor nutricional” FALSO.
A raíz de la ubicación geográfica de sus plantaciones, la chía Benexia es la única que mantiene su alto valor nutricional. De hecho, debido a sus propiedades y calidad certificada, es la única con autorización para entrar y comercializarse en la Unión Europea.
“El Omega 3 contribuye a la concentración de escolares y universitarios” VERDADERO.
El consumo habitual de cualquier Omega 3 asegura una mejor concentración de los niños y combate el déficit atencional, ya que este tipo de ácidos grasos son necesarios para el normal funcionamiento de los ojos y de la corteza cerebral, que es la región del cerebro que maneja las funciones superiores tales como el razonamiento y la memoria.
“Para que la chía libere sus nutrientes se debe mezclar con agua” FALSO.
Existen múltiples estudios que demuestran que el cuerpo puede absorber todos los nutrientes de la semilla de chía sin necesidad de remojarla. Esa costumbre proviene de una bebida Centro Americana llamada “Chía Fresca”, en la que se mezcla la chía con agua, azúcar y jugo de limón. Puede ser ingerida de diversas formas según el gusto del consumidor.
“El consumo regular de semillas de chía beneficia el funcionamiento del corazón y cerebro” VERDADERO.
Está demostrado a través de varios estudios que el Omega 3 vegetal reduce el colesterol sanguíneo y previene las enfermedades cardiovasculares. En Europa, la agencia reguladora de alimentos, EFSA, indica que este tipo de ácidos grasos son beneficiosos e indispensables para el buen desarrollo cerebral y, en Estados Unidos, están aprobados como alimentos para mantener un corazón sano.
“El Omega 3 vegetal posee una calidad inferior al de origen marino” FALSO.
El Omega 3 vegetal posee innumerables beneficios y está comprobado que los ácidos grasos que provienen del aceite de la semilla de Chía se almacenan tan bien en el organismo como el del aceite de origen marino. Hoy muchos médicos la recomiendan a las embarazadas por sus beneficios para ellas y el feto.
“La semilla de chía tiene efectos anti cancerígenos” VERDADERO.
El Omega 3 vegetal de la semilla de chía disminuye las posibilidades de padecer cáncer en las personas, ya que sus propiedades antiinflamatorias, alto contenido de antioxidantes y fibra, permiten lograr un balance en la dieta alimenticia. Aunque abra que esperar unos años a ver si se demuestra su relación con el Cáncer de próstata.
Espero haber aclarado algunas dudas con las semillas de chía. Si te agradan mis publicaciones coméntalas y recomiendala a tus amigos. Si quieres sígueme en Instagram o Twitter @Dra_Saludable
Bibliografía
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